Es la primera Navidad sin el abuelo, el pobre falleció en verano, y todos arropan a la abuela. Los tres hermanos se saludan, los cuñados y cuñadas se respetan, los nietos contentos de volver a verse. La mesa está puesta y en el centro esperan los aperitivos; gambas, foie, jamón del bueno, …, la abuela es la única en la mesa y sólo falta que se siente el resto. Llaman a la puerta.
Aparece Oscar, el vecino, con ese desparpajo que da la juventud, trae una bandeja con canapés, se quita el abrigo, lo cuelga ante el asombro de todos, acto seguido le da un largo beso en los labios a la abuela y pregunta “bueno, ¿dónde me siento?”
ꟷ Pues aquí a mi lado, faltaría más. ꟷ contesta la abuela.
Paco, el hijo mayor, le da un codazo a su hermano mediano mientras comenta con él, aparte:
ꟷ ¿Tú sabías algo de esto?
ꟷ Yo que voy a saber. Pero nos va a faltar una silla.
ꟷ ¿Una silla? ¿Eso es lo que te preocupa? ¿Has visto lo que yo he visto? ꟷ replica Paco.
ꟷ Estaba aquí, como tú ꟷ contesta su hermano.
ꟷ Pues tu madre parece que se ha echado novio.
ꟷ Mira que bien. Y tú que querías ya repartir la herencia.
ꟷ Déjate de monsergas. Parece que no te preocupara. Sabes bien que no es avaricia. La necesito. Fernandito, además de tiempo, consume mucho dinero ꟷ insiste Paco.
ꟷ No hables así de tu hijo. Fernandito puede que necesite educación especial, pero es el que más corazón tiene de la familia ꟷ le recrimina el hermano mediano.
ꟷ No me des lecciones sobre él, es mi hijo, y lo cuido todos los días.
Mientras en el salón, todos han ido saludando a Oscar, pero nadie se lanza a sentarse. Paco rompe el hielo y se dirige a Oscar:
ꟷ Oscar, cuanto tiempo. ¿qué sorpresas que da la vida, verdad?
ꟷ Feliz navidad Paco. Pues sí, quien lo iba decir, pero aquí estamos – contesta Oscar.
ꟷ Gracias por los canapés. – y dirigiéndose a todos – Vamos a sentarnos a la mesa.
Todos se sientan.
ꟷ Oscar, ¿nos haces el honor de bendecir la mesa?
Sorprendido, junta las manos en un puño y espeta: “Por el niño que nació en Belén. Amén”
ꟷ Vamos a empezar por los canapés que ha traído nuestro invitado.
Los aperitivos van cayendo. Las cuñadas y el cuñado sienten que han perdido todo el protagonismo esa noche, Oscar lo eclipsa todo. Él mismo se ofrece a recoger los primeros platos y Arantxa le ayuda. Los dos llegan a la cocina:
ꟷ ¡Es muy fuerte lo tuyo! – exclama Arantxa – ¿De verdad que te has liado con mi madre? ¿Esto lo haces para darme celos? Parece que no aceptas un NO por respuesta.
ꟷ Pero que dices Arantxa. Estoy con tu madre porque estoy enamorado. Lo nuestro ya es agua pasada.
ꟷ Me rio yo de tus enamoramientos. Tú lo que quieres es estar cerca de mí.
ꟷ No me lo puedo creer. Estás celosa. Ésta sí que no me la esperaba.
Desde el salón gritan “¿Podéis traer la mahonesa?”. Oscar y Arantxa vuelven al salón.
ꟷ Que buena pinta tienen los langostinos.
ꟷ Cuidadito con comerse la cabeza que ya sabéis que ahora es radioactiva – dice Paco.
ꟷ Pues a mí es lo que más me gusta. Tu si quieres las puedes tirar donde las pilas.
ꟷ Paco eres un aguafiestas, a mí me encantan. Mira como empiezo a chuparlas.
ꟷ ¡Eso, eso! ¡Que nos la chupen! ¡Que nos la chupen! – grita Fernandito.
El silencio de la sorpresa es roto por una general risotada. Siguen cenando y disfrutando de la cena. Llega el momento del cava. La abuela les llama la atención porque quiere hablar. El nieto mayor se está peleando con la botella, porque ha pedido abrirla él este año. Mientras tanto Paco le susurra a su mujer:
ꟷ Olvídate de la herencia. Ahora es cuando nos anuncian su boda.
ꟷ No digas tonterías. Como va a hacer eso tu madre.
ꟷ ¿no lo estás viendo?
Al otro lado de la mesa:
ꟷ ¿Qué te pasa esta noche Arantxa? ꟷ le pregunta su marido.
ꟷ No me pasa nada ꟷ contesta, sin quitarle ojo a Oscar.
ꟷ Si tú lo dices.
Y justo al lado de ellos una conversación entre nietos comentan:
ꟷ Que fuerte tía. Verás cómo ha dejado embarazada a la abuela.
ꟷ ¿Pero tú eres tonta? Si la abuela ya no puede tener hijos.
ꟷ Que si tía, que sí. Que ahora embarazan hasta por una App y con más de 60 años. Lo vi el otro día en un video.
El cava está servido, todos se levantan con las copas en alto, preparados para brindar. La abuela entrelaza sus dedos con los de Oscar, se miran con complicidad, se dirige a todos y dice:
ꟷ Muchas gracias a todos por estar aquí, y por tratar tan bien a Oscar. Quiero anunciaros, que, tras muchas deliberaciones y muchas dudas, finalmente lo he decidido. Me voy a poner tetas. ¡Feliz navidad!
(La cámara recorre las caras de todos los comensales, hasta que un tenedor se deja caer sobre el plato. Fundido en negro)
Encantado de volver por nuestros lares.
En primer lugar, me he reído mucho, uno de los recursos que domina Jorge, aunque no el único.
Todo el texto es diálogo, lo que le da mucho dinamismo. La acción transcurre en ese momento, sin más historias que lo compliquen. La intervención de Fernandito es apoteósica.
La doble o triple separación me gusta para distinguir los diálogos dado que habiendo tantos hubiese sido fácil perderse. En algunos diálogos no queda claro quién habla, me refiero al caso de los nietos al final del texto, pero realmente no nos importa saberlo. Lo contrario hubiese recargado el texto con nombres que no aportan nada.
Enhorabuena.
Cuando hay una falta tan reciente en la familia la idea que te viene a la cabeza es que habrá cierta tristeza pero tu has convertido esta cena en la más loca que se recuerda.
Has creado una serie de personajes e intereses muy variados que dan mucho juego y te hacen reír.
Enhorabuena.
Hola, Jorge
Me ha gustado tu texto. Es muy natural, familiar y cercano. Deja muy buen sabor de boca.
El contexto es muy actual, enmarcado en el momento social que vivimos, al tanto de las últimas noticias, y muy divertido.
El momento de la abuela anunciando que se va a “poner tetas” es tronchante.
En cuanto a la forma, aquí hubiera añadido un verbo: “ los nietos están contentos de volver a verse.”
Me faltan un punto y una coma en esta frase: “se quita el abrigo y lo cuelga ante el asombro de todos. Acto seguido, le da un largo beso en los labios…”
Te falta la tilde en algunos “que”:
“ꟷ Mira qué bien.”
“ꟷ Qué buena pinta tienen los langostinos.”
Y la coma en algunos vocativos:
“ꟷ Pero qué dices, Arantxa.”
“ꟷ Feliz navidad, Paco.”
“—Qué fuerte, tía.”
Llevan tilde también: tú, río y Óscar.
Y me faltan comas en algunas frases explicativas:
“Mientras, en el salón, todos han ido…”
“Tú, si quieres, las puedes tirar…”
Enhorabuena y gracias por las risas.
Hola, Jorge.
¡Qué buen rato me has hecho pasar! Me ha recordado novelas cómicas de enredos que hace tiempo que no leo… tendré que volver a ellas. En fin, todo muy dinámico y divertido, los cuñados y cuñadas que se respetan, la reacción del hermano mediano con la silla (de traca), lo de Arantxa y Oscar, las cabezas de gambas radioactivas… y el pelotazo final de la abuela. Oye, pues lo he leído del tirón, me he echado unas risas y te lo agradezco de verdad. No es tan fácil hacer reír con un relato tan corto, sin caer en el chiste fácil.
Nos leemos
Hola Jorge,
Me he reído pero bien con el texto. Me he sentido metido en el ambiente de cualquier cena familiar con todas esas pequeñas conversaciones a varias bandas, como si estuviese allí oyéndolo, y me he reído mucho, especialmente con el anuncio de ponerse tetas.
Lo del final entre paréntesis mencionando una cámara y un fundido a negro me ha rechinado. No por el contenido ,esa imagen final también me ha sacado la sonrisa, pero es un estilo que recuerda a un guión o algo parecido insertado en un texto redactado de otro modo.
Muy buen trabajo!
Yuri
Muchas gracias a todos por los comentarios. Me alegra haber conseguido arrancar algunas risas.
Os agradezco mucho el esfuerzo de comentar todos los textos. ¡Sois la caña!
Aparte de Natalia que siempre me ayuda con mi amiga ortografía y mis primos vocativos (les voy a dedicar un texto) y de Yuri que confesa que no le gusta la última frase entre paréntesis, apenas ha habido comentarios negativos de esos que nos hacen crecer. Que ya vamos siendo íntimos. ¡Pido por favor se me lapide en plaza pública!
Yuri, en realidad la frase la puse porque era la imagen que tenía mi cabeza y la dejé ahí entre paréntesis … quizá podría haber puesto “Fernandito fue mirando una por una las caras de todos los comensales hasta que el tenedor de su padre se cayó sobre el plató y le asustó”. Pero en realidad yo quería cerrar con el discurso de la abuela y ya está.
Gracias a todos.
Si encuentro algo en los sucesivos prometo decírtelo. De todos los que somos, creo que debo estar de entre los más vehementes y más poco delicados para decir las cosas. Pero sucede que de tu relato no supe ver cosas a atizar. Por si acaso no voy a volver a leerlo. Abrazos calentitos.