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¿Quién me manda abrir la puerta?

By 25 febrero 2022febrero 28th, 2022Jose

Me disponía a salir de la cafetería cuando una mujer iba a en dirección a la entrada del local, haciendo el recorrido opuesto al mío. Sin apenas pensar, mi brazo sujetó la puerta para que pasara sin obstáculos:
—¿Se puede saber qué haces? —dijo ella enfadada.
—¿Cómo?
—¿Que por qué me abres la puerta y me dejas pasar?
—¿Por educación?
—Educación dice. Eso se llama micromachismo. Qué hartita me tenéis.
—Pues perdona pero no soy sospechoso de ser machista.
—Claro, ¿tú qué vas a decir? Anda, vete a tu casita a vejar a una pobre mujer.

Aquello me rompió los esquemas. ¿Quién se creía para juzgarme y sobre todo hablarme de ese modo? Así que no me pude contener:
—Mira. Ese discurso ya empieza a estar trasnochado pero tú y otras como tú aprovecháis cualquier momento para vomitarlo —seguí con la defensa sin percibir su risa irónica—. Lo que no sabes es que te están utilizando para que unas pocas saquen partido con ministerios, secretarías, organizaciones, eventos, subvenciones y demás. Y todo es por una cuestión de dinero. Pero tú sigue alimentando el odio.
—Además de puto maltratador eres un listillo. En una fosa común os metía a todos.
—¿No te das cuenta, verdad?
—¿De qué, facha?
—Que la primera víctima que se cobra ese odio que me tienes eres tú misma.
—¿Me estás amenazando? —dijo gesticulando con los dos brazos a modo de batidora.
—¿Qué? ¡No! Tienes tan asentada esa creencia que no te deja ver la verdad.
—¿La verdad? La verdad es que el día menos pensado violas a una chica si la ocasión se tercia.

No pude más. La agarré de las solapas, mientras decenas de ojos nos observaban alarmados, y, con la cabeza pegada a la suya, le dije que gente como ella sobraba en la sociedad, que era un cáncer.

Para entonces, un grito salía de su boca y varios móviles grababan la escena.
En cinco minutos, dos policías me estaban introduciendo, con las esposas por detrás de la espalda, en el asiento trasero del coche patrulla.
Y ella, que disfrutada de un desayuno gratis a costa de la cafetería, por el disgusto, me despedía con una peineta. Ese día tendría su momento de gloria con la redacción de un hilo en twitter para explicar su horrible experiencia.

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  • Natalia dice:

    Hola, Jose
    Entiendo que tu texto es una crítica a cómo unos y otros pueden llevar el debate: “qué es machismo? ¿qué es feminismo?”.
    Creo que tu personaje femenino es un estereotipo de una mujer feminista algo radical, que encuentra motivos para tachar de machista al personaje masculino simplemente porque es un hombre, sin conocerle de nada. Pero el personaje masculino la utiliza también para descargar en ella lo que ha ido acumulando contra las mujeres feministas.
    Es un texto corto, que se queda superficial y no podemos entender cómo ella y él han llegado hasta ahí.
    En lo formal, he anotado tres cosas:
    —Educación, dice.
    ¿disfrutaBa? de un desayuno gratis
    Twitter, sería en mayúscula. Es un nombre propio
    Enhorabuena por la productividad 🙂

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